Esta es la síntesis de un documento que escribí hace año y medio (cursando 1º de Bachillerato) sobre un proyecto destinado a mejorar la calidad del sistema educativo español respecto a la cultura científica. Parece que nada ha cambiado a mejor todavía (de hecho, se retrocede cada vez más). Y ahora, sin más dilación, el documento:
Al carro de la cultura en España le falta la rueda de la Ciencia. (Santiago Ramón y Cajal).
Con esta lapidaria cita de este premio Nobe español en medicina voy a comenzar a exponer este problema. El problema no es reciente, sino que existe desde que existe enseñanza pública en España. La cultura científica que puede tener el ciudadano medio es bastante baja con respecto a la de otros países del entorno europeo, lo que parece deberse a la poca importancia y énfasis que se dan a las ciencias en el sistema educativo. En primaria no existe ninguna asignatura cuyo fin exclusivo sea aumentar la cultura científica, mientras que en ESO una única asignatura intenta cubrir en solo tres cursos los rudimentos de la física, la química y la biología.
Este problema no afecta solamente al sistema educativo, sino que además es desfavorable para la sociedad, haciendo que pocos sectores de la población tengan una cultura científica apropiada, frente a tipos de población similar en otros países. Según un esturio realizado por el grupo BBVA (pueden verlo aquí) la incultura del español medio es patente.
Las consecuencias de este problema son muy graves. Por un lado, los futuros dirigentes serán incapaces de ver la utilidad y conveniencia de la ciencia (cosa que parece ya ocurrir ahora) al no tener una formación científica apropiada. Además, esto tendrá como consecuencia que la mayor parte de los alumnos se interesen más por disciplinas de humanidades. Combinando ambos factores, tenemos un panorama futuro bastante desolador para la ciencia: falta de medios humanos y financieros, quedará relegada y retrasada por completo, igual que en el siglo XVII y en el siglo XIX. Ese subdesarrollo acercará a España cada vez más a niveles tercermundistas.
Este problema no carece de solución. De hecho, existe una solución a corto y largo plazo. Para empezar, es importante con contar asignaturas científicas durante toda la etapa escolar. Por ello tengo cuatro puntos que deben cumplirse a la vez:
1. Creación de asignaturas de Ciencias Naturales y Filosofía a nivel de primaria con contenidos teóricos y experimentales.
2. Creación de asignaturas de Química, Física, Biología y Filosofía para la ESO, sustituyendo la asignatura de Ciencias Naturales.
3. Que todas esas asignaturas antes mencionadas, así como la asignatura de matemáticas, sean impartidas por profesionales en la materia.
4. Construcción de laboratorios equipados adecuadamente. en cada colegio para impartir clases experimentales.
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